Por un futuro libre de violencia: Todos juntos por ellas
Cada 25 de noviembre, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nuestra comunidad educativa se une para hacer frente a una de las realidades más dolorosas y persistentes de nuestra sociedad: la violencia de género.
Este día fue un recordatorio de nuestro compromiso con el cambio, inspirado en el legado de Santa María Micaela, nuestra fundadora, quien dedicó su vida a proteger y dignificar a las mujeres más vulnerables.
Santa María Micaela entendió desde su tiempo que la violencia no solo se manifiesta de manera física, sino que tiene profundas raíces en las estructuras sociales, económicas y culturales. Hoy, más que nunca, debemos seguir su ejemplo y trabajar para erradicar todas las formas de violencia que afectan a las mujeres: física, psicológica, sexual, económica y emocional. Porque la violencia no distingue fronteras ni edades, y sus efectos devastadores se extienden a lo largo de toda la vida de quienes la sufren.
La actividad que realizamos comenzó con la lectura de un manifiesto realizada por dos estudiantes de 2º de CFGB, quienes expresaron en sus palabras el compromiso de nuestra comunidad educativa por erradicar la violencia de género. Este manifiesto sirvió como punto de partida para una reflexión colectiva sobre la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene en la construcción de un mundo más justo, donde las mujeres puedan vivir con seguridad, dignidad y libertad.
A continuación, dos estudiantes de 4º de ESO leyeron un poema que nos invitaba a pensar en las víctimas de violencia, visibilizando su dolor, pero también la fuerza y resiliencia de las mujeres que luchan por superar el sufrimiento y construir un futuro mejor. Este poema fue un recordatorio de que la violencia contra la mujer no solo es un problema de las víctimas, sino de toda la sociedad, que debe unirse para poner fin a esta tragedia.
Luego, continuamos con la lectura de la canción "DÉJALA QUE BAILE", que fue desglosada en estrofas por los estudiantes de Primaria y Educación Secundaria. A través de esta canción, nos sumergimos en una reflexión sobre los estereotipos, las expectativas sociales y las dificultades que muchas mujeres enfrentan en su lucha por la libertad y la igualdad. La música, a menudo un medio para la expresión y la protesta, se convirtió en una poderosa herramienta de sensibilización, recordándonos que, más allá de la letra, el mensaje debe ser claro: ninguna mujer debe ser sometida, controlada ni violentada por su identidad, su cuerpo o sus decisiones.
Al final de la jornada, todos los miembros de nuestra comunidad educativa portaron una mano de cartulina en la que cada uno escribió su nombre o una palabra relacionada con la celebración, como símbolo de compromiso y solidaridad. Esta actividad busca reflejar la fuerza colectiva de nuestra comunidad, reafirmando que la lucha contra la violencia de género es una responsabilidad compartida. Cada mano que alza un mensaje de apoyo es una invitación a ser parte del cambio y a no permitir que la violencia siga callando las voces de las mujeres.
Hoy, más que nunca, reafirmamos nuestra misión de educar para la igualdad, el respeto y la justicia. Nos inspiramos en Santa María Micaela para seguir su ejemplo de dedicación y servicio a las mujeres, y para que cada uno de nosotros, desde nuestro lugar, sea un agente activo en la construcción de un futuro libre de violencia, lleno de respeto y dignidad para todas.
Juntos, podemos transformar la realidad.